22 de noviembre de 2013

El agujero coliso




Es el agujero que se forma al desplazar un cilindro linealmente, o también el agujero de forma rectangular, cuyos extremos están redondeados. Este agujero es muy común en mecánica y tiene múltiples funciones, pero una de las más importantes es absorber las tolerancias de otras piezas que forman el conjunto. ¿Y que es tolerancia?
Es un control de la desviación respecto a cota nominal. También tolerancia es el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias. Así que el agujero coliso podría ser metafóricamente ese lugar donde en una sociedad se debaten y se combaten ideas del mismo nivel de legitimidad. Claro que. ¿Quien da la legitimidad? Pues todos, o todos los que queremos vivir respetándonos, juntos y en paz.
Que pasaría si en conjuntos mecánicos complejos no hubiera un coliso o cualquier elemento similar, que pudiera absorber esa cadena de tolerancias que arrastran las piezas que forman dicho conjunto. El efecto sería que ese conjunto sufriría las consecuencias del mal ajuste de piezas. Observando este comportamiento mecánico, he percibido cierto paralelismo con la sociedad y sin darme cuenta he encontrado un modelo sencillo donde poder ver posibles escenarios sociales. Cuado un conjunto de piezas con sus diferentes medidas y funciones deben encajar para funcionar en armonía, en algún lugar hay un agujero coliso que debido a su forma alargada y amplia es capaz de aceptar cualquier pieza que se le conecte fuera de su lugar exacto. Esa inexactitud le permite al conjunto actuar armónicamente. Es como un coche que al principio vibran las piezas pero con el tiempo deja de hacerlo,  el conjunto se ha adaptado y ha dejado de sufrir, imaginen que pasaría si en vez de dejar de vibrar, estas vibraciones aumentan con el tiempo, ¿como sería el final?
En nuestro país estamos asistiendo a las consecuencias de no tener ese lugar donde liberar tensiones, donde contraponer ideas y donde acordar las medidas. No es culpa de un partido político, o de dos, en mi opinión en mayor o menor medida es culpa de todos los protagonistas y agentes sociales. La democracia no es únicamente votar, la democracia es acordar, respetar y son sobretodo las formas.
Si las piezas mecánicas de un conjunto, con sus diferentes materiales y medidas no tienen un lugar donde liberar todas esas diferencias. Cuando este se ponga en marcha, el efecto que notaremos al principio serán vibraciones, que producirán ruido con el tiempo, disfunciones, desajustes. Con el tiempo estas pueden subir de frecuencia aumentando el ruido y el temblor, poniendo en riesgo la funcionalidad del equipo. Todo esto derivará en la fatiga de los materiales y esta, con el tiempo, en la rotura de los mismos. Todo por no tener ese lugar donde liberar tensiones, donde aceptar diferencias y donde llegar a acuerdos. Este modelo mecánico es sencillo de reproducir, basta con probarlo y ponerlo a prueba. La Vía Catalana, la manifestación del 12 O, las mareas de Madrid, los asaltos a comercios del SAT, el 15M… etc. he ahí el ruido producido por la vibración. En un modelo mecánico si este no se absorbe con el tiempo empezará la fatiga y con ella la rotura.
Cuando un colectivo sale a la calle, se ha fracasado. Por supuesto que en la política siempre alguien pierde (o gana menos que los demás), un gobierno que quiere contentar a todos, termina no contentando a nadie. Pero cuando la política fuera de resolverse en los parlamentos, que nos hemos dado entre nosotros, se resuelve en la calle. Cuando debido a las propuestas que se lanzan a la sociedad se le pide a esta que las respalden en la calle, en ese momento en mi opinión, se esta demostrando la inanidad de la acción política. La calle es para celebrar, es donde los ciudadanos cumplimos con el 3er. Lema de la revolución Francesa la Fraternidad, no para contraponer posiciones.
Asistimos a los primeros desajustes, vibraciones, la máquina hace ruido. El siguiente paso es la fatiga y según el modelo terminaremos con la rotura, no división del territorio, ni cualquier otro significado separatista, sino rotura. Romperemos algo que tendremos que reparar  y nos costará mucho o habremos perdido algo muy valioso para siempre.

Álvaro V. Gómez